domingo, 28 de febrero de 2010

Primer izamiento de la bandera


Volvemos después de las vacaciones, para muchos de nosotros: los independientes, vacaciones forzadas porque los auspiciantes se toman el verano porque no queda nadie en la cuidad para leerles los anuncios.

Hizo calor, llovió a baldazos, no se tomaron vacaciones los asaltantes, no pasaron una película como la gente en TV y también, aunque pocos se enteraron, se realizó el acto conmemorativo del primer izamiento de la bandera.

Comunicación de Manuel Belgrano:

Excelentísimo Gobierno Superior de las Provincias Unidas

“Siendo preciso enarbolar Bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la escarapela nacional: espero que sea de la aprobación de Vuestra Excelencia.

Dios guarde a V.E. muchos años. Rosario, 27 de febrero de 1.812”

Sábado 27 de febrero de 2010, han pasado…saque usted la cuenta, desde que Cosme Maciel por orden de Manuel Belgrano izó por primera vez la Bandera Nacional, el Pabellón Patrio…ese símbolo de Pertenencia, de Ser Nacional. Ahora que lo pienso, ayúdeme usted a pensar ¿Podemos hablar, hoy en día de un Ser Nacional?

El sábado 27 de Febrero, de éste febrero, el de 2010, en Santo Tomé, en la Plaza Belgrano un par de santotomesinos izaron la bandera y un grupito de 15 o 20 hicimos el coro del Alta en el Cielo. Quince o veinte ¿Se da cuenta?

Alguien bromeó: “… y bueno a quién se le ocurre izar por primera vez la bandera en vacaciones”

María Raquel (belgraniana hasta el hueso), murmuró que estábamos, que éramos cuatro pero que estábamos y que eso era lo que importaba y cantó más fuerte, para que se oyera.

El presidente del Instituto Belgraniano, Diego Reynoso, fue el orador, el único. No hizo falta más porque este hombre joven, abogado para más datos, con un agudo sentido del humor que nadie adivinaría bajo su traje oscuro y el corte formal de cabello, me sorprendió con un discurso que vino a sacar el tema que a mí me ocupó las neuronas las quince cuadras que caminé lentamente hasta la plaza y que no es otro que el que le planteo a usted en las primeras líneas de este artículo; esa pregunta que me gustaría que usted se hiciese e intentara responderse, y después, vaya más lejos y husmee en su casa, en la cabeza de sus hijos, tal vez adolescentes, tal vez ya jóvenes camino a su independencia, a ver qué piensan, porque como dijo Reynoso a eso de las diez de la mañana frente a los quince o veinte (debo aclarar que no faltaron las autoridades municipales, que además se ocuparon de que el Himno se escuchara por dos enormes parlantes), a la Patria y al Ser Nacional los hacemos todos, entre todos, cada uno desde su lugar, por más insignificante que pueda parecer.

Y si le parece, ya que está, se agenda la fecha y nos vemos el 27 de febrero del año que viene, en la plaza Belgrano, a eso de las diez, bajo esos árboles enormes y si Dios quiere.

“La bandera nacional representa libertad, independencia y autodeterminación” –expresó Reynoso–. “Representa muchos valores: un pasado común y un futuro que nos han legado nuestros próceres y al cual debemos honrar”