lunes, 30 de agosto de 2010

Romanos.12

"17(...) Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza". Mi hermana, la que me tiene lástima y me invita a comer los domingos -"Para que no estés solo como un perro", me dice cuando me invita -cocinaba, más bien aporreaba unos pobres bifecitos de los que quedaba una lámina de hilachas sobre la tabla de picar carne, la tabla de madera, la de antes, no como esas de plástico de ahora. Se veía que se había santiguado porque tenía sucia la frente y el pecho con diminutos trocitos de carne ¿Te quedás a comer hermano?, me preguntó. Ni loco pensé; no gracias contesté. Y me fui para "Let it be" el cafecito que está frente a la plaza Libertad, separado de la Inmaculada por uno de esos elegantes negocios de todo por dos pesos, atendido por mujeres en actitud de estar vendiendo pepitas de oro o ropa exclusiva y con cara de a estos negros tengo que entender.
De la Inmaculada salía algo así como un fresco atrayente, dado el veranito de San Juan de que andamos disfrutando en pleno agosto, así que tuve que hacer un esfuerzo descomunal para no entrar a refrescarme porque también salía un murmullo interminable de Amevamarías encadenadas y monótonas, capaces de aburrir a la misma Virgen, según decía mi vieja que toda la vida se negó a plegarse a esas rumiantes de resos y al Rosario lo rezaba en casa como Dios manda, como ella decía.Así que decidí sentarme junto a los negros, en la plaza, y al lado de las cajas con gorros celestes y blancos que sobraron del mundial y las banderas que le sacaron "al Palo" mientras dormía y que no pudieron vender porque nos volvimos con la cola entre las patas.Pero volviendo a Romanos 12 y a los negros...nuestros negros...es decir todos nosotros porque que yo sepa nacimos todos acá, tengo para decir que Santo Tomé se ha aporteñado en esto de la discrimanción por el color de la piel y también la cantidad de plata que tenemos en el bolsillo porque no es lo mismo un negro con plata que un negro sin plata es decir de mierda.Le echamos la culpa de esto al asunto de la inseguridad, pero lo cierto es que esto pasa desde hace mucho, desde antes de que empecemos a robarnos y matarnos entre nosotros. Desde que creemos que no es lo mismo el hijo del doctor que el hijo del albañil; el hojo del dueño del supermercado más grande -con tres sucursales-, que el hijo del verdulero; que no es lo mismo el que lleva el hijo en una 4x4 a la escuela que el que lo lleva en bicicleta y podría seguir.Romanos 12 les dicen a los negros en la Iglesia y con eso pretenden consolarlos. Me parece que le voy a comprar al negro que tengo al lado la caja de gorros y se la voy a poner a cuanto pibe que pase sin fijarme de dónde viene, a lo mejor alguien entiende, aunque lo dudo.

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