jueves, 26 de agosto de 2010

La Feria

Caminar a esa hora en que empiezan a cerrarse los puestos me gusta. El ruido ha ido disminuyendo poco a poco, el murmullo apagándose, las luces languideciendo. Raúl Viso sigue todavía ahí. La mano derecha dentro del bolsillo de la campera. La izquierda, tozuda sobre el ratón de la computadora. En el panel del fondo los dibujos mostrando el proceso de animación del video. Un pibe que todavía da vueltas se acerca. Señala tímidamente la PC ¿Qué es eso? -pregunta-, y por enésima vez, con ese acento suyo como de otras tierras, con la mirada amable sobre los anteojos de lectura, Raúl le explica el programa. El pibe mira y durante algunos minutos permanece atento. Lo ha logrado. El pibe toma el ratón y mira las imágenes que desfilan y se transforman ante sus ojos y lee algunas líneas del relato. Lo ha logrado.Caminar y recibir la sonrisa todavía cordial, bajo las ojeras que empiezan a asomarse en las caras de Andrea Masuero, Facundo Gonzáles, Adolfo Roldán, Mario Ibarra, Carla Cecomanccini, Julia Rivero y de los que ahora me olvido o aunque reconozco sus caras familiares no conozco sus nombres.Caminar respirando el olor de los libros. Caminar como si la feria fuese el universo entero. Un universo amable con caras sonrientes, con saludos cordiales, con pibes curiosos. Un revoltijo de ruidos y libros y canciones.“Agosto es largo, pero me parece que nos salvamos”.“Te dije que trajeras la cámara para la presentación”.“Mamá comprame el de las haditas”.“No se vendió ni uno solo, ni uno solo” .“Te felicito” “Gracias, ¿salió lindo no?”“Estuviste bien, muy muy bien, te saqué un montón de fotos”.“Yo quiero papas fritas, mamá”.Las gigantografías de Quiroga en la selva te hipnotizan y cuando te das vuelta, con la mirada de Quiroga todavía pegada a las pupilas, los estudiantes de medicina que quieren saber si sos diabético. “¿Señor contestaría una encuesta para saber las posibilidades de que usted pueda padecer en los próximos años diabetes?” “Sí no hay nada que me gustaría más”Caminar…las caricaturas de Lucas Cejas; la de Rita Bonfanti, el padre Bruna, el Coco Bisso, Margarito...—¿Cómo va Gerardo?—Acá me ve Pascual; caminando.Caminar viendo a Pascual Reynoso alejarse por los pasillos de la feria; despacio. Un traje gris, inconfundible, que más que caminar se desliza llevando un trozo del pasado bajo el brazo: Relatos divertidos y dramáticos de un maestro de escuela. Lo veo irse entre la multitud que una vez terminado el recital colmó el lugar.Caminar y sonreír ante el recuerdo Rep sentado en el escenario, un tanto echado hacia atrás en la silla, el gorro verde resplandeciendo bajo una luz intensa, que se me ocurre cegadora. El silencio del auditorio. El aplauso cerrado.Caminar…Cosas de gringos…Santo Tomé, hombres y paisajes…Recordando…Florescencia Poética ...y los otros.Caminar escuchando los últimos aplausos que llegan desde el auditorio.Caminar todavía atontado por la tarde de sol frente al escenario. Todavía sudado. Todavía viendo a León cerrar los ojos y cantar.

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