Lo que escuché me gustó, así que sigo con la
oreja pegada a la puerta de la que brotan las palabras de los talleristas y,
después de un rato, junto coraje y me mando nomás, digo buenas tardes y nada
más porque parece que todos me conocen.
¿Por qué escriben? ¿Qué es escribir?, pregunto
y ni bien las palabras salen de mi boca veo en los rostros una sonrisa común,
con algo de cómplice y mucho de goce. Escucho y tomo nota, cuando llego a casa
leo las listas que muestran las múltiples respuestas:
Como una forma de
expresión; alivia el corazón. Como una manera de cristalizar pensamientos, sentimientos y emociones. Para mostrar la
sensibilidad del que escribe. Para sacar del alma lo mejor. Para decir lo que
algunos callan. Como desahogo del corazón. Para descubrir. Porque cambia la
vida espiritualmente. Porque oxigena el alma. Por satisfacción personal. Por el
disfrute. Para permitir que los recuerdos fluyan del corazón a la mano. Porque
ayuda al hombre a equilibrarse.
Es un contrato entre
el lector y el que escribe. Es correr a cocoyito de las palabras -cocoyito,
hacía siglos que no escuchaba esa expresión- cocoyito de las palabras manera,
¿se imagina ir a cocoyito de las palabras? Yo sí, ahora voy, justo ahora
mientras intento contarle a usted o más que contarle trasmitirle, insuflarle,
por qué escriben los que escriben.
Es un mundo mágico
para entrar.
Es algo celestial, la
felicidad de la familia -respuesta dada por una mujercita de 28 años, una
mujercita poetiza afectada por el Síndrome de Down-.
No sé, corazón –no sé,
digo que no sé el tiempo que hace que nadie me llamaba así, aunque en verdad me
parece que no fue dirigido a mí sino a la literatura, digo, lo de corazón.
Es un desafío ante la hoja
en blanco. Porque es un meterse en lo que
escriben otros
Es sentir.
Es desnudar el alma.
Es animarse a decir.
Es venir a descubrir.
En esta tierra de ríos volubles y alucinados,
hay gente que no descree de la literatura:
(Voy a cometer la herejía de escribir los
poemas en forma horizontal).
Aullido de Blanca
Amling
Nueva noche/ llena de luna/ vacíaaa de su luz/ din
dan dun din don/ firuletes de alguna campana/ que pretende llenar la noche/ la
luna dormida y/ sssooolaaa/ eco campana luna noche/ agujero de mi densa carne/ sangre
que se derrama/ por el borde auxiiliiooo/ de una mordida/ exilio del perro/ hecho
ovillo/ ladrido en silencio/ sueño de perro/ nostalgia de lobo/ sin estepas sin
bosques sin/ búsqueda busca/ cobija de cemento/ en un umbral cerrado/ llama/ auuuuuu
a la luna invisible/ llora mmmi alma/ buscando la manada/ perdida/ en la
penumbra de los años iiidoooss ¡!/ esperando una luz/ o un aullido.
Esos ojos de Anahí
Mangiaterra
Ojos que me miran/ pelo duro/ ojos que dicen
tristeza/ cachetes paspados/ ojos que duelen/ boca lastimada/ ojos que sueñan/
orejas sucias/ ojos que esperan/ ropa raída/ ojos que increpan/
manitas ásperas/ ojos que viven crueldades/ pies descalzos./ Ojos que piden
amor
Se escribe para uno
El grupo retroalimenta
El que escribe no espera
recompensa
Gerardo, cuídese de
los que saben escribir porque logran enamorarte sin siquiera tocarte.
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